Sandía y Toro - Óleo, arena y arpillera sobre hardboard - 60x80cm - 1988
"Latinoamérica es un paraíso posible: depende de nosotros concretarlo como tal".
Durante varios años, en muchas exposiciones, homenajeó a Latinoámerica en sus cuadros, acudiendo a sus costumbres, a sus íconos, a sus paisajes, pero no de un modo folclórico, sino precisamente, intentando simbolizar ése paraíso que él comentaba.
En 1990 opinó sobre la obra de Moretti el crítico de arte y marchand paraguayo Ticio Escobar: "Moretti es básica y esencialmente un pintor. Construye sus imágenes con matices y con tonos, con transparencias y texturas: con l a materia misma. La línea, fuerte y definida, se vuelve ella misma un elemento plástico que aprieta las figuras hundiéndose en sus formas o empujando las masas de color en un sentido u otro.
Frutas, paisajes, retratos, todo tema es un mero pretexto para una arquitectura plástica rigurosa que se levanta sobre explosiones de luz y de color".
En 1992 es invitado especialmente a participar en la octava Bienal Latinoamericana de Arte de México.
En 1993 dijo el crítico Albino Diéguez Videla, sobre la muestra realizada en el Palais de Glace de Buenos Aires: "La materia es en todos los casos una aliada fiel de Moretti: funda espacios acuáticos o aéreos que la acariciante definición del pincel se encargan de completar. Se definen así los paisajes de una geografía riquísima y abigarrada que parece deseosa de ser pintada. Es lo que hizo Norberto Moretti, un rosarino con una sagacidad intuitiva que lo detiene en el umbral del fauvismo"