Paisaje sembrado - Oleo sobre hardboard - 60x80 cm - 1982
En 1981 comienza Moretti a exponer en forma sostenida en otros países, ya no solo su obra es vista en diferentes ciudades de su país, sino también en Paraguay, Alemania, Bélgica, México, Bruselas, Bulgaria, Italia, Perú, España y Holanda.
De una exposición realizada en Buenos Aires en 1982, nuevamente en la Galería Witcomb, dijo la crítica Olga R.Z.de Pareja Núñez: En pintura, es fundamental descubrir el proceso del ritmo. A partir de la armonía que provoca, un cuadro responde siempre a la naturaleza del artista. En los cuadros de Norberto Moretti es expresado con elocuencia lo sensible del paisaje. Su melancólica fantasía lo lleva a empastar la tela con una sutil materia, aplicada en sus rasgos preponderantes con espátula, para acentuar el gesto plástico.
Partiendo de una síntesis clara, que se agudiza precisamente en cierta manera de pronunciar lo abstracto, Moretti anuncia un tiempo absolutamente personal. Y es en ese tiempo, que escapa de la realidad objetiva, donde descubrimos su linaje de franco creador".
Ese mismo año se publicó en La Capital, de Rosario: "Los paisajes, edificados con la suma de las escaladas cromáticas, conducen hacia un nuevo planteo en su pintura. La naturaleza, en la óptica del artista, está constituída sobre las impresiones tonales, resultando cabales intérpretes de la intención formativa y lírica que anima el espíritu de su realidad".
En el diario La Nación, de Buenos Aires, se comentaba sobre su obra "Moretti indaga el espacio por conducto de la estructura y la forma. Los paisajes aluden a una dimensión espacial y plástica, ya a través de planos cromáticos o de un manchado justo que define rasgos de la naturaleza, y que alcanza uno de los mejores logros del pintor en "Alero, silos y giros".