Disparos indios - Acrílico sobre hardboard - 50x60 cm - 1993
"El color de Brasil es increíble, como lo es también su luz"
En 1993 pasa una larga temporada con su familia (su esposa, Marta, y sus tres hijos: Virginia, Irene y Alejo) en la isla de Araujo, en el Estado de Río de Janeiro en Brasil.
A su regreso eso se vé reflejado en una serie de cuadros expresando sus vivencias en el lugar. Muestra esos trabajos en Rosario, y también en Asunción, Paraguay (país al que con mayor frecuencia vuelve para exponer sus obras, y con el que se siente consubstanciado).
De la muestra realizada en Asunción, dijo la crítica Vicky Torres: "Es el pincel de las sombras, el manejo casi imperceptible de gradaciones de la luz, lo que hace de Moretti un pintor expresionista. Pero no es tan solo la luz. No es tan solo la sombra.
Moretti -sigue diciendo Vicky Torres- simplifica la forma y establece ritmos espaciados y sugerentes en los que el color parece perderse en un todo velado por su mirada, un todo en el que color y forma se integran y se pierden para renacer más vigorosos ante nuestros ojos. Más que la buena factura de sus cuadros, lo que en Moretti importa es su mirada. El secreto de cada pintor radica en ella. Es su punto de vista sobre el mundo lo que trata de transmitirnos, y el punto de vista de Moretti, fuerte y vigoroso, está preñado de sombras y oscuridades, en las que la vida, desbordante y plena, limita con la muerte.
Como en algunos cuadros de Poussin -concluye la crítica de arte paraguaya- en la "Arcadia" del pintor rosarino la presencia de lo finito arroja su sombra sobre los felices pastores que la habitan"